Pencas Rellenas en Salsa de Hongos

pencas rellenas

Hoy cocinaremos unas deliciosas pencas de acelga rellenas en salsa de hongos. Se trata de una receta bastante fácil y rápida de hacer.

Las pencas de acelga no son ni más ni menos que los tallos de las acelgas. Las puedes encontrar fácilmente en la mayoría de supermercados bien sea en crudo o en forma de conservas ya cocidas, de bastante calidad en la mayoría de los casos.

Hoy vamos a rellenarlas de jamón y queso, pero lo puedes hacer con cualquier cosa que se te ocurra: champiñones, gambas, atún, pavo, bechamel... o una mezcla de varios ingredientes.

Siempre digo que en estos casos lo importante es coger la idea y después adecuarla a tus propios gustos o apetencias.

Vamos a ver cómo se cocinan...

Receta de Pencas Rellenas en Salsa de Hongos

LOS INGREDIENTES (4 px)
  • Pencas de acelga (500 g)
  • Jamón en lonchas y queso para rellenar
  • Harina y huevo para rebozar
  • Hongos, setas o champiñones (300 g)
  • Nata líquida (200 ml)
  • Ajo (2 dientes)
  • Cebolla (1 mediana)
  • Brandy (1 chorrito)
  • Caldo de jamón, de pollo, o agua
  • Aceite para freír
  • Mantequilla
  • Sal y pimienta negra

La receta es muy fácil pero un poco trabajosa, ya que hemos de rellenar y rebozar cada penca individualmente. Te aseguro que el trabajo merece la pena.

  • Caso de que hayas adquirido las acelgas en crudo, debes separar los tallos blancos (pencas) de las hojas. La parte verde no la tires. La puedes utilizar exactamente igual que las espinacas. Por ejemplo en un cocido de legumbres, a la crema, o simplemente salteadas con ajo.

  • Una vez tenemos las pencas, con ayuda de un cuchillo o una puntilla, eliminamos las hebras o hilillos que las atraviesan longitudinalmente, ya que si no quedarán muy fibrosas. Si son tiernas y de tamaño reducido, podemos hacerlo bajo el chorro de agua con un estropajo tipo nanas o similar. Limpiamos cualquier impureza o tierra bajo el grifo y las partimos en trozos al gusto, de unos 8 o 10 centímetros.

  • pencas en conserva
  • Las cocemos en agua hirviendo con sal (como si fuera pasta) por espacio de unos 10 o 12 minutos. Pasado este tiempo cortamos rápidamente la cocción. Lo ideal sería pasarlas a un bol con agua, hielo y sal. Si no, simplemente las pasas por agua fría.

  • Si las has comprado ya cocidas te ahorras todo este trabajo. Simplemente escurres todo el líquido y las pasas un poco por el chorro de agua fría para eliminar el saborcillo cítrico que suelen tener este tipo de conservas.

  • Una vez bien escurridas y secas, viene la parte más engorrosa. Debemos encontrar parejas de pencas que tengan más o menos el mismo tamaño y rellenarlas con el jamón (puedes usar serrano, ibérico, o jamón cocido) y el queso (en este caso he utilizado queso manchego curado) pero pon el que más te guste.

  • Lo haremos de la siguiente forma: Colocamos un trozo de penca como base, luego una loncha (a la medida) de jamón, una loncha de queso y otra de jamón para terminar. Finalizamos cerrando el conjunto con otra penca. Es decir, como si fuera un bocadillo donde el pan son las pencas y el relleno: jamón, queso, y otra vez jamón. No es necesario atravesarlas con un palillo ya que, con un poco de maña, no se suelen desmoronar.

  • pencas-rebozadas
  • Las rebozamos, pasándolas primero por harina y después por huevo batido al que habremos añadido un poco de sal y una pizca de pimienta. Las freímos en abundante aceite, sacamos a una fuente con papel absorbente y reservamos. Si las comes así solas, sin salsa, también resultan deliciosas.

  • Para la salsa de hongos, en una sartén añadimos mantequilla, junto con la cebolla y el ajo picados finamente. Pochamos a fuego suave hasta que la cebolla esté tierna, pero sin coger color.

  • Echamos los hongos troceados, con una pizca de sal y dejamos hasta que suelten todo el agua. En ese momento incorporamos un buen chorretón de brandy y dejamos que evapore el alcohol. Añadimos la nata líquida y dejamos que reduzca hasta el punto de fluidez deseado.

  • Ahora pasamos la salsa por medio de una batidora y a través del chino, para que quede bien fina. El caldo de jamón o de pollo que he puesto entre los ingredientes, es básicamente para regular la textura de la salsa. Si nos ha quedado demasiado espesa añadimos caldo. Si está demasiado líquida, reducimos más. Si no tienes caldo, utiliza agua.

  • Ponemos la salsa en un recipiente adecuado, tipo paella o similar, rectificamos de sal y pimienta, y añadimos las pencas rellenas que teníamos reservadas para darle un ligero hervor al conjunto.

Y el paso más importante de todos... ¡a comer y a disfrutar! Buena barra de pan, buen trago de vino y a gozar. Que son dos días...

Esta receta se la dedico a nuestros "amados" políticos: ¡Sois unos PENCOS! Sobran las explicaciones...

¡Buen provecho!

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